jueves, 17 de febrero de 2011

Hoy

Ayer acudió una pregunta a mi mente, ¿cómo puede vivir una persona con el corazón roto? He pensado que cada quién tiene motivación y visión diferentes en la vida, la motivación ahora mismo no me parece un problema, aunque están muy relacionados ambos aspectos. Me he sorprendido de cómo ven la vida ciertas personas, siempre me había cerrado al mundo, me convertí en un ser hermético después de abandonar el internado con mi corazón hecho pedazos por un amor frustrado, pero hace algunos años he querido salir del cascarón, primero me consolé con la filosofía, después con el amor que resulta ser más absorbente que mi querido Bob Esponja. A lo que quiero llegar es que mi vida no ha adquirido un sentido que valga la pena llamarse “sentido”.
El amor es un caos, pensé que me haría feliz toda la vida pero veo que no es así, francamente me estoy dando cuenta de lo pueril que resulta “el amor para toda la vida”… No me avergonzaré más, alguna vez me dijo una psicóloga que cuando se tiene el primer amor generalmente uno se cree el cuento de que es para siempre, yo me lo creí, en verdad me lo creí, si Dios existiera le habría jurado que mi amor es más verdadero que él mismo. En fin, ya no encontré más consuelo, se vino abajo el sentido de mi vida y hoy voy por la vida con el corazón roto, sin rencores, con dolor y lo más importante: en busca.
Sería estúpido decir que busco un nuevo amor, ya me lo creí una vez, no me lo volveré a creer, quizá algún día sí me enamore de alguien o viva con alguien, quizá nunca olvide a mi primer amor, después de todo me conozco, es difícil que me olvide de un sentimiento grande, y el que tengo es muchísimo más grande que cualquiera de los que tuve antes. Eso no importa, ha muerto mi visión romántica del mundo, romántica amorosa, no está de más aclararlo, hoy en día la gente tiene muchos significados para el mismo concepto, por eso no está de más aclararlo.
La filosofía en realidad nunca me consoló, me parecía más seductor todo lo pesimista, lo que hacía ver la realidad como un mal chiste, lo que decía que la gente era estúpida e impredecible, en fin… Esto no quiere decir que ya no lo pienso, en el fondo me ha quedado una visión pesimista de las personas, como la que desde pequeña he tenido, pero con más pruebas de que es así, es como siempre lo pensé. Pese a todo lo que he dicho en este último párrafo, he descubierto personas que me maravillan, que no se clavan con sus propias ideas, que van en busca de más, de saber, de experiencias, qué sé yo, la gente es loca. Y su locura hace vibrar mi corazón, me hace pensar que la felicidad está por todas partes en el momento que se desee, o que es impredecible, o que en todo caso no se extingue, no se acaba con una mala experiencia.
Mi vida no tiene sentido, pero tiene esa pequeña luz de esperanza que siempre albergan los seres humanos, hoy mi corazón se alegra de haber conocido otra parte de la vida que no creí conocer, parece ser que finalmente “siempre habrá más de una razón para cantar hasta el fin…”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario