Ojalá pudiera viajar a Marte,
despegarme del camuflaje;
que tu intuición se escape
de adivinar que por pensarte
me escabullo en un viaje.
Mientras la gravedad me atrape
sólo puedo mostrarte
que de amor es el paisaje
aun si en mi intento torpe
no hago más que observarte.
Y es difícil que me aleje
aunque nada me ocupe,
pero tu amor exorbitante
y nuestro perfecto engranaje
hacen que en ti yo acampe.
Sólo de pensarte
entiendo que ya me alejé,
para adorarte me disipé
y me condensé para amarte,
¡Oh, sorpresa!: este fue un viaje.
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