sábado, 26 de noviembre de 2011

Así es

Es como el mar, mi vida,
pero estoy en la llanura abisal,
jamás me atisbarás,
yo nadaré bajo presión.

Presión que no destruye mi corazón,
amor que se comprime y
por más que deseo no sale,
quizá si sale no vale.

Me desespero al pensar
que de noche no te he de abrazar.
Aunque nada valga,
mi amor no se acaba.

Vale para mí,
vales para mí,
pero me callaré y
quizá el silencio me mate.

O quizá mate lo que te estorba,
lo que por decisión ya no adoras,
lo que me asfixia y me maravilla,
lo que hoy lo vale todo y mañana no sé.

Así es...

"El retrato de Dorian Gray"

Por fin, he encontrado mi película e historia favorita :), es extraño, había escuchado ya ese nombre, pero jamás llamó mi curiosidad, hace unos años salió una película sobre lo mismo, quizá por eso lo devalué, raramente me gustan las películas que hoy en día producen.



El retrato de Dorian Gray es una película para desmenuzarse; la trama, los diálogos, el argumento todo me dejó pensando, especulando... En fin, se la recomiendo a cualquiera, por mi parte, creo que leeré el libro de Óscar Wilde en que se basó la película.

Por cierto, uno de estos días publicaré una lista de películas que a mi consideración son muy buenas, no sé cuándo me volví cinéfila, pero creo que soy buena jaja.

Dormiré, saludos :)

viernes, 25 de noviembre de 2011

Hablo yo

Estos días para mí han sido reveladores... he descubierto cosas muy importantes, me han dolido muchísimo otras, pero estoy creciendo y crecer duele. Jamás me imaginé que algún día llegaría a este punto, pero estoy feliz extrañamente. A veces siento cosas muy distintas, se aglutinan en una masa caótica e inexistente, pero lo acepto, es lo más valioso que he hecho en estos últimos tres días: aceptar. 

Ahora busco lo que me haga sentir bien, busco las respuestas que siempre he querido de mi Ser, el Universo, el "Espíritu". Pero basta ya de estar en las nubes, el sr. humanismo me ayudó a poner los pies sobre la tierra. Recuerdo que alguna vez dijo algo como: "yo me preocupo más por lo humano, lo que soy ahora, lo trascendente ahí va a estar siempre, ya después me encargaré de eso", y en su momento lo consideré razonable, pero hoy más que nunca. Hoy lo admiro y lo aprecio. 

No hay nada que se pueda comparar con la paz que estoy sintiendo al reconciliarme conmigo y mis sentimientos, finalmente llegaré a algún lugar, un día, pero hoy, hoy dormiré tranquila. 

FAVR

La parte más graciosa de "Cien años de soledad"

En mi opinión, esta es la parte más graciosa de todo el libro,
cualquiera que lo haya leído me dará la razón :), sin omitir 

nada, es la escena completa.

"Aureliano Segundo no tuvo conciencia de la canta-
leta hasta el día siguiente, después del desayuno, cuando 
se sintió aturdido por un abejorreo que era entonces más 
fluido y alto que el rumor de la lluvia, y era Fernanda que 
se paseaba por toda la casa doliéndose de que la hubieran 
educado como una reina para terminar de sirvienta en una 
casa de locos, con un marido holgazán, idólatra, libertino, 
que se acostaba boca arriba a esperar que le llovieran panes 
del cielo, mientras ella se destroncaba los riñones tratan-
do de mantener a flote un hogar emparapetado con alfile-
res, donde había tanto que hacer, tanto que soportar y co-
rregir desde que amanecía Dios hasta la hora de acostarse, 
que llegaba a la cama con los ojos llenos de polvo de vidrio 
y, sin embargo, nadie le había dicho nunca buenos días, 
Fernanda,qué tal noche pasaste, Fernanda, ni le habían 
preguntado aunque fuera por cortesía por qué estaba tan 
pálida ni por qué despertaba con esas ojeras de violeta, a 
pesar de que ella no esperaba, por supuesto, que aquello sa-
liera del resto de una familia que al fin y al cabo la había 
tenido siempre como un estorbo, como el trapito de bajar 
la olla, como un monigote pintado en la pared, y que siem-
pre andaban desbarrando contra ella por los rincones, lla-
mándola santurrona, llamándola farisea, llamándola la-
garta, y hasta Amaranta, que en paz descanse, había di-
cho de viva voz que ella era de las que confundían el culo 
con las témporas, bendito sea Dios, qué palabras, y ella ha-
bía aguantado todo con resignación por las intenciones 
del Santo Padre, pero no había podido soportar más cuan-
do el malvado de José Arcadio Segundo dijo que la perdi-
ción de la familia había sido abrirle las puertas a una ca-
chaca, imagínese, una cachaca mandona, válgame Dios, una 
cachaca hija de la mala saliva, de la misma índole de los 
cachacos que mandó el gobierno a matar trabajadores, dí-
game usted, y se refería a nadie menos que a ella, la ahija-
da del Duque de Alba, una dama con tanta alcurnia que le 
revolvía el hígado a las esposas de los presidentes, una fi-
jodalga de sangre como ella que tenía derecho a firmar con 
once apellidos peninsulares, y que era el único mortal en 
ese pueblo de bastardos que no se sentía emberenjenado 
frente a dieciséis cubiertos, para que luego el adúltero de 
su marido dijera muerto de risa que tantas cucharas y tene-
dores, y tantos cuchillos y cucharitas no era cosa de cristia-
nos, sino de ciempiés, y la única que podía determinar a 
ojos cerrados cuándo se servía el vino blanco, y de qué la-
do y en qué copa, y cuándo se servía el vino rojo, y de qué 
lado y en qué copa, y no como la montuna de Amaranta
que en paz descanse, que creía que el vino blanco se ser-
vía de día y el vino rojo de noche, y la única en todo el li-
toral que podía vanagloriarse de no haber hecho del cuerpo 
sino en bacinillas de oro, para que luego el coronel Aure-
liano Buendía, que en paz descanse, tuviera el atrevi-
miento de preguntar con su mala bilis de masón de dón-
de había merecido ese privilegio, si era que ella no cagaba 
mierda sino astromelias, imagínese, con esas palabras, 
y para que Renata, su propia hija, que por indiscreción 
había visto sus aguas mayores en el dormitorio, contesta-
ra que de verdad la bacinilla era de mucho oro y de mu-
cha heráldica, pero que lo que tenía dentro era pura mier-
da, mierda física, y peor todavía que las otras porque era 
mierda de cachaca, imagínese, su propia hija, de modo que 
nunca se había hecho ilusiones con el resto de la familia, 
pero de todos modos tenía derecho a esperar un poco de 
más consideración de parte de su esposo, puesto que bien 
o mal era su cónyuge de sacramento, su autor, su legítimo 
perjudicador, que se echó encima por voluntad libre y so-
berana la grave responsabilidad de sacarla del solar pater-
no, donde nunca se privó ni se dolió de nada, donde tejía 
palmas fúnebres por gusto de entretenimiento, puesto que
 su padrino había mandado una carta con su firma y el se-
llo de su anillo impreso en lacre, solo para decir que las 
manos de su ahijada no estaban hechas para menesteres 
de este mundo, como no fuera tocar el clavicordio y, sin 
embargo, el insensato de su marido la había sacado de su 
casa con todas las admoniciones y advertencias y la había 
llevado a aquella pila del infierno donde no se podía res-
pirar delcalor, y antes de que ella acabara de guardar sus 
dietas de Pentecostés ya se había ido con sus baúles de trashu-
mantes y su acordeón de perdulario a holgar en adulterio 
con una desdichada a quien bastaba con verle las nalgas, 
bueno, ya estaba dicho, a quien bastaba con verle menear 
las nalgas de potranca para adivinar que era una, que era 
una..., todo lo contrario a ella, que era una dama en el pa-
lacio o en la pocilga, en la mesa o en la cama, una dama de 
nación, temerosa de Dios, obediente de sus leyes y sumisa 
a sus designios, y con quien no podía hacer, por supuesto, 
las maromas y vagabundias qu ehacía con la otra, que por 
supuesto se prestaba a todo, como las matronas francesas, 
y peor aún, pensándolo bien, porque estas al menos tenían 
la honradez de poner un foco colorado en la puerta, seme-
jantes porquerías, imagínese, ni más faltaba, con la hija 
única y bienamada de doña Renata Argote y don Fernan-
do del Carpio, y sobre todo de este, por supuesto, un san-
to varón, un cristiano de los grandes, Caballero de la Or-
den del Santo Sepulcro, de esos que reciben directamente 
de Dios el privilegio de conservarse intactos en la tumba, 
con la piel tersa como raso de novia y los ojos vivos y diá-
fanos como las esmeraldas.
       -Eso sí no es cierto -la interrumpió Aureliano Se-
gundo-, cuando lo trajeron ya apestaba." 

domingo, 20 de noviembre de 2011

Infancia... ¿es destino?

Dice Freud que infancia es destino. Dice el Sr. humanismo que no tiene por qué ser así. La pregunta es ¿cómo hacerle, cómo ir en contra?

May era una chica aislada, en su infancia tuvo un problema con su ojo (se le "iba") y lo contrarrestaba usando un parche. Pero los niños tienen la particular habilidad de hacerte sentir ogtísmo, les salen del alma las cosas más hirientes y no tienen nada de "tacto", dicen las cosas como las sienten y piensan sin que los convencionalismos sociales los detengan. Así que May no tuvo amigos en su infancia, fue una niña solitaria a quien sus padres la consolaron con muñecas, si no tenía amigos había que comprárselos.

Sin embargo, las cosas no podían quedarse siempre así, tenía un trabajo en la veterinaria y salía, todos tenemos que salir, no se ha inventado la opción de quedarse encerrado en casa, salvo a los que nos mandan a un internado. Así conoció a un tipo cuyas manos la enamoraron, también a una compañera de trabajo lesbiana de quien la enamoró su cuello. Fueron ellos los que la hicieron sufrir, es muy fácil tratar a los demás con la punta del pie cuando la gente normalmente no se muere por ello, pero no era así con May...

En breve, le rompieron el corazón, y como no podía tener amigos, se construyó uno de carne y hueso -literal-, un amigo hecho con las partes humanas que más le gustaron de ciertas personas. Luego se dio cuenta de que éste no podía sentir, y que no podía mirarla, y le caló más lo último, así que se sacó un ojo y se lo puso a su creación, Amy. Ahí termina la película. 

Bonito ejemplo de que infancia es destino, y yo vuelvo a lo mismo, Sr. humanismo: ¿cómo le hago?

sábado, 19 de noviembre de 2011

No estoy

Necesito ver una película y relajarme, que me absorba porque no quiero pensar, no es porque me haga daño pensar, simplemente quiero descansar. Descanso cuando leo a Nietzsche, descansé al leer el libro La rueda de la vida y todas las noches antes de dormir mientras veo Coraje, el perro cobarde.

Ayer fue un día algo chistoso, me desperté a las 9 con buen ánimo pese a los sueños que tuve, leí la clase que iba a dar más tarde de las diapositivas que me enviaron, escuché un rato música y me fui a bañar, luego comí y me fui. No sé porqué, pero iba corriendo, subía las escaleras del metro corriendo y sin cansarme, di mil vueltas a la facultad porque las remodelaciones me impiden el paso y vi mi resultado de Microbiología: 80.

Me puse happy porque ese 80 no me costó, me faltó leer alrededor de 40% de los temas vistos, me puse ebria un día antes del examen, pero ahí estaba mi resultado. Por eso estaba tan contenta. Luego corrí de nuevo hacia el salón y me senté a leer La gaya ciencia mientas escuchaba a un grupo de compañeras que hablaban sobre exentar la materia, decían cosas como "necesito un 102 para exentar". Yo me puse más happy al hacer las cuentas y comprobar que necesito sacar un 84 para exentar la materia de Microbiología, pero por un momento dudé del promedio que se necesitaba para exentar y le pregunté a la chava más simpática de mi grupo cuánto se necesitaba: 85 (promedio de los 4 parciales). Estuvieron bien mis cuentas. 

Entramos al salón y me acomodé en los asientos sin importarme que no estuviera en casa, me relajé y seguí leyendo hasta que entró la doctora. Dábamos clase de Necator americanus y Strongyloides stercoralis, fue la única vez en el semestre en que pude dar la clase sin ponerme nerviosa, expliqué las características microbiológicas de N. americanus (un gusano cilíndrico), expliqué el ciclo biológico, las alteraciones cutáneas y pulmonares. Además respondí muchas de las preguntas que la doctora hizo hacia el grupo, debieron haber visto su cara, se sorprendió de mi mejoría, de que dominé mis nervios por fin y para siempre.

Pero hoy es otro día y tengo mucho trabajo para este fin de semana, sin embargo, antes que nada me relajaré y dejaré de pensar, no hay nada qué sentir tampoco, será como supongo que hace la gente para engañar al polígrafo... no estaré más.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Fugaz

Yo sería su fan número uno,
la adoraría cada segundo;
yo sería su amor eterno,
aunque fuera sólo un cuento.

Pero ya no pueden verla mis ojos
y los suyos jamás han encontrado los míos.
Su corazón me sintió un día
y al siguiente le quité la sonrisa.

Es como mi estrella fugaz
tan radiante que me deslumbra,
pero así también se va
y no la puedo atrapar.

Es un crimen pensar
en cómo me ha de amar,
su corazón no me puede contener
y yo no la puedo ver, otra vez.


jueves, 17 de noviembre de 2011

Cita Nietzsche

"(...) Guardémonos de decir que la muerte es lo opuesto a la vida. El ser vivo no es sino un género de lo muerto, y un género muy raro. -Guardémonos de pensar que el mundo está creando eternamente algo nuevo. No hay sustancias que duren eternamente; la materia es un error como el Dios de los eléatas. ¿Cuándo acabará, pues, nuestra preocupación y nuestros cuidados? ¿Cuándo dejarán de oscurecernos todas esas sombras de Dios? ¿Cuándo dejaremos de atribuir a la naturaleza un carácter divino? ¿Cuándo nos será permitido a los hombres volvernos naturales, reencontrarnos con la naturaleza pura, nuevamente descubierta, nuevamente liberada?"

La Gaya Ciencia, pág. 128.

Dr. Zalost y la rata

- Rata, rata, ven aquí rata, dame un abrazo, eso siempre me calma
- ahhhrrr grrr
- Rata... a esto le llamas abrazo, no pones emoción, si no puedes darme un abrazo de verdad aléjate de mí, ¡fuera!

(. . .)

- Las personas son egoístas, sólo piensan en sí mismas. Vamos ratita, te daré otra oportunidad, ¿qué tal ese abrazo, mmmmm?
- Grrrrr

sábado, 5 de noviembre de 2011

De la violencia a la existencia

"Alegría y tristeza es lo mismo para mí que no me interesa sentir".

Hay un abismo en cada persona, podemos ver la superficie gracias a la generosidad que nos demuestran tratando de definirse en el medio, pero son apariencias, es una pantalla, y la pantalla muchas veces enmascara monstruos, ahora me doy cuenta de que la peor característica de un monstruo social es su irracionalidad, pero no es así en todos los casos. 

Yo deseo que al menos los criminales tengan cerebro, que hagan las cosas con fundamento, es como lo que siempre he deseado de las personas en general: congruencia. Sin embargo, creo que el mundo está lleno de animales humanos no evolucionados y evolucionados en menor medida. A veces somos unas bestias montaraces y no lo disimulamos, más aún, nos comportamos como si eso fuera lo más natural del mundo, justificamos la agresión. Nadie se escandaliza al saber que un individuo golpeó a otro cuando hay una razón, un incentivo que lo llevó a actual de tal forma. Es como si hubiera vestigios de nuestro salvajismo primitivo, todos lo defienden y creo que más de uno quiere involucionar con la esperanza de encontrar plenitud en los instintos, sacándolos, por supuesto. 

Y todo suena asqueroso viéndolo desde esa perspectiva, incluso mis instintos asesinos me asquean al pensar en lo retrógrada que soy... He alabado demasiado al cuerpo dándole el gusto de inducir ciertas reacciones fisiológicas como en el sexo, la agresión, la secreción de hormonas con efectos sistémicos, entre otras. ¿Dónde queda mi mente? Dónde lo espiritual, lo humanitario y tantas cosas que quizá jamás entienda de dónde salen, cómo se conectan esas cosas que parecen tan sublimes comparadas con lo corrupto que puede ser el cuerpo... Si es verdad que soy algo más que mi cuerpo, ¿por qué demonios enfoco todo mi intelecto, tiempo y ánimo en descifrar los misterios del cuerpo? También en darle gusto, claro está. Quizá debería de hacer como dicen algunos "alimentar el espíritu".

La vida siempre me ha parecido una burla, una bola de elementos caóticos en orden, algo que no se puede aprehender jamás porque hay un abismo en cada cosa que existe, una infinitud de elementos que se necesitan saber para describir a un elemento del sinfín de elementos que existen. Y me refiero a todo, tanto cosas materiales, humanas, ideales, espirituales, fantasías, suposiciones de realidad, etcétera. No creo que haya una sola cosa que se sepa a ciencia cierta, así de drástico.

Sin embargo, ¿qué le hacemos a todo esto? Los más entusiastas dedican hasta la última pizca de voluntad para buscarle una explicación a este desmadre de realidad, para encontrar un orden en el desorden... Los demás se conforman con una pantalla, no profundizan en las cosas, se quedan con la superficie para no perderse, para no caerse, "porque cuando mi madre me trajo al mundo, no me avisó que me aventaba al precipicio, al abismo, a un sitio que nadie conoce y nadie quiere conocer, todo sea por sentirse con los pies sobre la Tierra, algo firme". 

La realidad vendría siendo un abismo, me lo imagino como un precipicio inmenso donde distintas personas ponen placas a distintos niveles, placas donde viven, placas donde se sostienen. A diferente nivel porque hay algunos que sólo necesitan saber que hoy es lunes y toca ir al trabajo, mientras otros hacen una religión o la siguen, otros filosofan, otros se dedican a la ciencia. Todo a distintos niveles, aunque no sé cuál es el que ha llegado más abajo, cuál es el más cercano al fondo del precipicio, a la verdad. 

O puede ser que todos estemos en la misma placa en el momento en que aceptamos como cierta la aseveración de que somos  humanos y vivimos en el planeta Tierra, tenemos un SNC y de alguna manera, en mayor o menor medida vivimos en sociedad.

Quizá las cosas no son como parecen, es decir, quizá nos engaña el cuerpo, el intelecto y nuestra capacidad aprehensiva. Quizá tengamos vista de 180° en una sola dirección cuando necesitamos la de 360° o voltear a todos lados para poder utilizar nuestro limitado campo visual. Quizá seamos daltónicos... Quizá nuestro SNC sea un fraude y no pueda con la carga de descubrir la verdad de la cual hemos sido vedados. 

En todo caso cada quién le encuentra el sentido que quiera a su vida, cada quién decide creer en cierta cosa, cada quién ve lo que quiere ver de lo que puede ver. Ese es el trabajo diario de mis homólogos en el planeta. Teniendo la mínima noción de lo que se es y donde se está, con quien se está y esas cosas, uno puede actuar de la manera que más le convenga para sobrevivir en las mejores condiciones o morir. 

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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Saludos

Hace rato que no publico nada, estoy trabajando en unas entradas que serán útiles para alguien quizá, es mucho más de lo que espero en realidad.

He tenido días tranquilos y ajetreados alternados. Casi siempre son tranquilos, porque raramente estudio la clase diaria o hago tareas, de esa manera acumulo el trabajo para dos días antes del examen y afortunadamente siempre me va bien, este semestre mi calificación más baja ha sido 80. Soy un buen parásito, para mi familia mayormente, aunque juran que seré la salvación de todos. 

A lo que voy es que en mi tiempo libre veo películas (para después venir a escribir sobre ellas aquí), juego por horas plantas contra zombies, escucho música y platico, platico... Por eso no he escrito hasta hoy, y no estoy diciendo nada que le interese saber a alguien jaja, en fin. 

Y publicaré algo serio en unas semanas, sobre un parásito: Taenia solium (aunque algunos prefieren llamarla solitaria). Pero ya me aburrí, quizá mañana publique algo cursi, como que hoy en día ando bien cursi y amo a la Humanidad y al Universo. 

Saludos. 

FAVR