martes, 18 de octubre de 2016

Algunas lecciones de vida

Lo primero que se me ocurre en este momento es “nunca choques a un uber”, luego “nunca choques”, luego “nunca choques sin seguro y licencia”. Sin embargo, todo eso se puede sobrellevar, sueltas el dinero, hablas amablemente con el dueño del auto al que chocas y le dices “oiga ñor, no le hable al tránsito, nos arreglamos entre usted y yo, yo le pago”. Y así termina un drama. Ese drama quizá se convierta en otro después porque haya que reorganizar el gasto de dinero, es verdad, pero no se puede vivir pensando en qué sucederá y controlándolo todo.

Es aún más importante no rodearte de personas que potencien el dolor de un drama. No salgas con una mujer a la que vas a ver, desafiando cualquier horario y hasta la misma sensatez, si esa mujer se quiebra al segundo problema. El primero lo puede soportar, es decir, ella puede hacerte compañía mientras arreglas tu drama de uber, aunque… cuando le piden identificación para salvarte el cuello, esto es, en el segundo golpe, ella se quiebra. Entonces te recordará que tienes que devolverle su ID porque los fines de semana son días de fiesta, de antro, o qué sé yo. Yo no sé de tantas vagabundias, soy una aburrida estudiante de medicina, con dinero limitado y un alma poco intrépida.

Y continuando con laurasad, jamás pienses, ni siquiera por un solo instante, que todas las personas están sujetos al amor filial. Esto es algo que todo mundo sabe, así que solo cumplo con la función de recordarlo, prueba de ello son las madres desapegadas de sus hijos, los padres que los abandonan, y ya siendo más específicos, los que te dejan arreglar tus asuntos solo, con el ñor del uber y tus problemas de identificación para que te suelten por la deuda.

Finalmente, jamás pienses que la persona que más amas, por más que la ames, va a responder a tus llamados precipitados, inesperados, vehementes. El amor no compra nada, ni la lealtad de las personas, ni su tiempo, ni siquiera su amor, el amor no siempre se paga con amor. Y sé que quizá suene trillado, pero, por poner un ejemplo, quizá un día tienes un mega problema, uno que te desequilibra el alma, uno que te pone a llorar como estúpido y te provoca un ataque de ansiedad, y quizá ese día recuerdes que amas a alguien con tanto pinche amor que no importa la realidad y las abstracciones que puedas tener de la misma, y entonces le llamas, y entonces no contesta, y entonces le vuelves a llamar, y entonces no vuelve a contestar. Y luego recuerdas que sí, está con alguien más.


No obstante, la vida no se detiene por este tipo de cosas que solo son de incumbencia del humano y su anatomía y fisiología cerebral. No, las deudas se saldan, el tiempo avanza incesantemente y sin barreras, y uno solo puede seguir obteniendo el lado bueno de sus experiencias. Como las manos que salen a levantarte en tu horasad, como las personas que te ayudan a arreglar tus problemas aun con la distancia, como que todo este desmadre es temporal y solo es una experiencia más en una existencia plagada de misterios. io k c.