domingo, 12 de agosto de 2012

Y así comienzo a hablar:

Ya lo sé, se me ha prendido el foco.
Soy soberbia e intolerante un poco,
soy empalagosa y poco práctica,
soy despreocupada y anacrónica.

Me obsesiona la verdad
y no lo puedo evitar.
Me obsesiona esto de hablar
que hasta astronomía te he de enseñar.

Alucino con el coco,
a los extraterrestres invoco
para salvarme de ser romántica
porque prefiero ser exéntrica. 

No es mal de familia, es la ansiedad
de hasta en lo más insólito quererte mirar
y en este momento me he de preguntar
si aún así mi vida, me puedes amar. 

Viaje hacia... ¿ti?

Ojalá pudiera viajar a Marte,
despegarme del camuflaje;
que tu intuición se escape
de adivinar que por pensarte
me escabullo en un viaje.

Mientras la gravedad me atrape
sólo puedo mostrarte
que de amor es el paisaje
aun si en mi intento torpe
no hago más que observarte.

Y es difícil que me aleje
aunque nada me ocupe,
pero tu amor exorbitante
y nuestro perfecto engranaje
hacen que en ti yo acampe.

Sólo de pensarte
entiendo que ya me alejé,
para adorarte me disipé
y me condensé para amarte,
¡Oh, sorpresa!: este fue un viaje.


sábado, 11 de agosto de 2012

Palabras

¿Qué más te puedo decir?
Tantas palabras no formarán
una oración que se parezca
a lo que intenta decir mi corazón.
No te amo, ¡te adoro!
No eres mi vida, tanto amor no cabe en ella...
No eres nada que yo pueda decir
y no hay nada que tenga que decir
cuando me canso de sentir
que me concentro en el momento, 
ese momento eterno cuando te miro
y simplemente me quedo en ti.