jueves, 22 de noviembre de 2012

Yo puedo decir más de una cosa, y puedo decir muchas sin sentido, en realidad yo puedo hablar sin parar de cosas estúpidamente inútiles e interesantes. Supongo que puedo extender este texto hasta los límites inconcebibles de lo innecesario y banal, atravesando los engimas de la humanidad, presionando teclas con mi automaticidad característica... ¿pero qué quiero?

Evidentemente quiero transmitir algo para alguien, quizá para mí. Sin embargo ya fue mucho querer, esto es sólo un dilema mental más plasmado porque no hay nada mejor que hacer y lo que hay que hacer es agobiante, quizá casi tanto como lo es pensar en qué oración seguirá de esta.

Es la cafeína creo yo, o quizá mi coctel de fármacos procinéticos y antiácidos. Algo me alteró, el producto de un descubrimiento que no fue mío, pues lo único que yo descubro son sutiles -y no tan sutiles- diferencias entre lo que estaba y no está, o visceversa.

En fin, lo que haré ahora es dejar que me entretengan la mente dibujos animados para olvidarme de mí, y de ti, y de los extraterrestres, y los misterios de la antigüedad, y los "y" de más que estoy poniendo. De todo.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Indescriptible

Hoy les hablaré con la siceridad más fidedigna que puedo tener.

A diario me pregunto ¿cómo es que puede hacerme sentir todo esto? No les mentiré, especulo todo el día, pienso en cada momento, cada mirada, cada sonrisa, las cosas que hemos hecho... Y es entonces cuando mis pensamientos se tornan caóticos, me bombardean años de una felicidad incomparable. Todo es tan complejo, tan impersonal a la vez, ¡todo es ajeno a mi Razón!

Y en el momento en que la veo tras la puerta todo se va... La intrincada red de mis pensamientos se esfuma, pero no lo percibo hasta momentos como este, cuando no está junto a mí. Entonces sé perfectamente que algo tiene su imagen, un influjo poderoso sobre no sé qué región de mi cerebro que hace que me olvide de todo y me sienta como una Unidad. Es extraño ahora que lo menciono, siempre vivo como en dos mundos, uno es la famosa Razón, el Intelecto, o como prefieran llamarle; la otra parte es la automática, las cosas que hago como robot, alimentarme, bañarme, caminar. 

Cuando la veo todo se va, sólo existe el Ser más jodidamente feliz que puede habitar dentro de este cuerpo, ¡pero mi cuerpo también es feliz! Bastará con decirles que me encanta físicamente, cuando mis ojos la ven tengo una sensación extraña que sólo puedo puedo expresar con dos palabras "¡me gusta!", y puedo decir que es la misma sensación que tengo solamente cuando veo algo extraterrenal en un sentido estricto: un planeta, las estrellas, la Luna...

Pero no hay cosa comparable con lo que me hace sentir cuando me besa, cuando con un arranque de no sé qué emoción me dice que me ama y que soy lo más importante en algún sentido. Ahí existe un abismo, un abismo de donde no quiero salir jamás, porque eso ni las estrellas, ni la visión de Júpiter, ni los enigmas en los libros de Erich von Däniken me hacen sentir. En ese sentido y en muchos otros ella es única en este planeta, es única en mi vida e indescriptible por más intentos que trate de hacer en este blog.  

martes, 6 de noviembre de 2012

Ocular 4mm

Quizá ella tenga razón y no podemos aprehender la Realidad, la Materia, la Naturaleza, la Esencia humana y todas las demás cosas trascendentes que puedan ocurrírseme. ¿Pero qué sería yo si no lo intentara al menos? Un pedazo de algo sin sentido. 

Conforme avanza el tiempo hay más ocasiones en las que me detengo para burlarme de la Razón, de que un día piensas que encontraste la lupa perfecta para observar el mundo exterior y después te encuentras otra, y otra. No sé si es cuestión de mi ineptitud mental, o si todo lo existente está perfectamente elaborado para ser indescifrable. En el mejor de los casos pienso que las lupas son acumulativas y disfruto de cada una de ellas hasta que mi visión se canse de observar con ese aumento, o hasta que considero que encuentro uno mejor.

Pero hoy tengo la lupa más fascinante que he encontrado en la historia de mi vida, es como el ocular 4mm del telescopio, una visión que involucra la ciencia, la historia, la arqueología y sobre todo la duda intrínseca en todas las explicaciones humanas sobre el origen del Hombre, el Homo sapiens.

Si hay algo que me caracteriza es que creo que todo a futuro es posible, por ello me encargo de canalizar mi energía en aportar a mis congéneres la contribución a dicho futuro, quiero hacer algo excepcional, algo que quizá le abra los ojos a otros visionarios, algo que nos haga mejor como especie funcionalmente y existencialmente. Algo trascendente. 

domingo, 4 de noviembre de 2012

Nada es más triste que ver el teatro vacío.

Hoy es un buen día para festejar tu despedida, para decir un adiós definitivo para que las cortinas de este teatro cierren, no se puede mantener más de pie, todo cae lentamente pero quiere terminar la última función con gracia y recordando tu última sonrisa.

La tercera llamada ya se dio, no llegaste a tiempo y hago lo posible para evitar la despedida, no quisiera que las cosas terminen así,  es la sensación más amarga y el adiós nunca se me da pero sólo estoy parada enfrente de las grandes butacas y recordando los buenos momentos.

Las cosas en el teatro ya no funcionan bien desde hace un tiempo, las cortinas se caen, los asientos están vacíos, se llenan más de polvo las paredes, aún no encuentro la puerta de emergencia para correr a tu lado, simplemente todo se cae y mis manos ya no aguantan más para seguir deteniendo esto.

Sin poder entender cómo cada función seguía, el teatro siempre daba lo mejor que podía aunque las escenas eran tristes, indiferentes, alejadas, opacas ni siquiera tenían una secuencia definida pero seguía de pie, con esa sensación de grandeza que le distinguía.

Ya es la tercera escena, es inevitable cerrar las cortinas, por más que duela el final es ahora; así que es hora de despedirme de tu amor y sé que ya no podré verte en la siguiente función.