martes, 30 de diciembre de 2014

Sólo hoy

Róbame la voluntad de robarte
para quedarnos en el momento.
Quizá luego no quiera dejarte
y no quiero decir que lo siento
porque es fácil adorarte,
pero necesito recuperar el aliento
para de vez en cuando no extrañarte
y no pensar cuando me miento.
No me dejes olvidarte...
no hay ningún otro momento,
sólo nace hoy mi sonrisa al mirarte,
éstas letras sólo hoy, mañana el viento.

sábado, 27 de diciembre de 2014

El mejor día es...

Uno en el que no te importa lo que hago o en qué escala social estoy.
Uno en el que me haces olvidar mi egocentrismo a base de tu sencillez.
Uno en el que se alterna tu sonrisa y tu desdén, favoreciéndome después.
Uno en el que caminamos esperando sin esperar; en el que compartimos el control mientras luchamos con la hiperhidrosis palmar; en la que disimulo mi cara de imbécil con cada gesto de aprobación o durante nuestra  ardua lucha en el fifa.
Y cuando crees que estás al borde del abismo y nada puede ser más atractivo, se pone a bailar con una gracia, aptitud y naturalidad increíbles al sonido de cualquier canción. Viajas al paraíso, una descarga masiva de endorfinas, la abstracción más profunda del acto más pueril.
¡Y te quita los cigarros! ¡Pero te mueres por dárselos!... ¿Y cómo no perderse cuando tiene la delicadeza de presionar el botón del cigarro eléctrico por ti, o cuando hace el sacrificio de darte la mitad del chicle?
Escuchas y preguntas, "asienta amablemente" gran consejo. Y te toma por fin del brazo para regalarte la mejor noche del año, la más pura y desinteresada. Sientes de tal forma que una parte de ti se fue con ella, de su brazo, tras su humildad y sencillez, tras sus principios y no lo sé, quizá tras su amor.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Se consume la pasión en tu interior,
hay fuego en todas partes y lo apagas,
unas cuantas rociadas con el extintor,
un poco en cada lado palpitante,
apaga esa extrasístole, ¡detenla!
Dale un monótono ritmo que te salve.
Todo bien, todo tranquilo.
Aprendes a manejar tu Ser en potencia,
cálmalo, dile que esto es un tren
y que ningún vagón puede jalar solo…
Consúmete, infúndele pasión a tu pasión

y guárdala para algo mejor. 

viernes, 5 de diciembre de 2014

Tú tienes lo que busco, lo que deseo, lo que amo, tú lo tienes.
El puño de mi corazón está golpeando, llamando.
Te agradezco a los cuentos,
doy gracias a tu madre y a tu padre,
y a la muerte que no te ha visto.
Te agradezco al aire.
Eres esbelta como el trigo,
frágil como la línea de tu cuerpo.
Nunca he amado a mujer delgada
pero tú has enamorado mis manos,
ataste mi deseo,
cogiste mis ojos como dos peces.
Por eso estoy a tu puerta, esperando.


Jaime Sabines

jueves, 4 de diciembre de 2014

"Ciertamente el amor es algo maravilloso. Es más valioso que las esmeraldas, y más precioso que los finos ópalos. Ni las perlas ni los granates pueden comprarle, porque no está en venta en los mercados. No puede adquirirse con los traficantes, ni pesarse en una balanza como el oro."

-"El ruiseñor y la rosa", Oscar Wilde

martes, 25 de noviembre de 2014

"Desde las sombras irreales de la noche, vuelve a nosotros la vida real que hemos conocido... Tenemos que reanudarla donde la habíamos dejado, y entonces se infiltra en nosotros una terrible sensación de hastío ante la necesidad de continuar con el mismo esfuerzo, dentro del fatigoso círculo de costumbres estereotipadas o bien un loco deseo de que nuestros párpados se abran una mañana sobre un mundo que hubiese sido recreado de nuevo en las tinieblas para nuestro deleite; un mundo en el cual las cosas poseerían otros secretos; un mundo en el cual el pasado ocuparía poco o ningún lugar, o que sobreviviría en todo caso sin la forma consciente de obligación o de pesar, ya que el mismo recuerdo de las dichas tiene sus amarguras, y el recuerdo de los placeres sus dolores."

-El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Monólogo de la depresión

Todo el tiempo te sientes culpable, invariablemente y los motivos sobran. Sabes que nada está bien en tu vida y eso te ha llevado al psiquiatra, al diagnóstico de trastorno depresivo mayor grave. 
Cierta ocasión se preguntó el psiquiatra qué será lo que detona tus episodios agudos... Desde entonces no sale de tu cabeza tal cuestión, a veces tienes la impresión de que conoces la respuesta y no la quieres ver, pero no eres tan cobarde como para desechar la pregunta. Hace un día te iluminó una posible respuesta que sin embargo no llena la pregunta, es decir, no es todo el problema.
Esencialmente te abruma desgarradoramente la soledad desde que tienes consciencia de que el abandono te produce querer morirte. Entonces recuerdas aquéllos momentos en tu cama a las 9 de la noche, con las luces del dormitorio apagadas, el clima horrible de octubre y la impresión de que mañana sería lunes y habría que hacer quehacer, portarse bien, comer sanamente asqueroso y no titubear jamás. Tenías 8 años y después de considerar por un segundo todo lo anterior: llorabas, inconsolablemente. Algunas veces el cansancio te dormía y otras terminabas rogándole a Dios de la manera más inocente y con el corazón en la mano que te matara para terminar con tu sufrimiento, crédulamente pensabas que a los niños buenos no se les podía negar nada, pero mil veces comprobaste que eso no es cierto.
Ahora sabes que la vida se vive sola, que lo único a lo que puedes aspirar es a la compañía sincera de los demás en ciertas ocasiones, pero no es como si fueras a tener un alma salvadora las 24 horas del día. Claro que eso no te causa problema, es decir, todos viven así, en armonía con el devenir de la vida, aunque sabes que por más natural y lógico que sea tú no puedes, es el punto número uno y quizá el más importante de tus problemas.
¿Por qué es así? Porque tienes que hacer un año de servicio social en un rancho, alejada de tu madre, tu familia y todos los que amas y con los que puedes contar para cuando te dan tus ataques. Por supuesto que ahora mismo no serías capaz de durar tres días allá, si con el poco tiempo que pasas internada en el protocolo de investigación (1 día y medio) te quieres morir cada segundo, te quieres disolver por elementos... Y lloras, es todo lo que sabes hacer.
También resulta un problema porque quieres hacer una residencia en Genética y te gustaría que fuera en México, pero si ni siquiera confías en ser capaz de superar el servicio social, ¿qué decir si le agregamos años a tu tiempo en soledad?
Ansías sobremanera ser normal, aunque la gente jure que eres especial y que debieras ser feliz por ello. Sabes que eres muy inteligente, que si leyendo un par de días pasas a veces con la calificación que a otros les cuesta semanas, seguramente si estudiaras de tiempo completo ya nadie creería que eres mediocre o regular, lo único que necesitas es lo que ellos tienen y no valoran porque siempre está presente: seguridad, alegría, estabilidad, paz mental, equilibrio en sus neurotransmisores, confianza, una familia. 
Porque tú sí has tenido sueños y metas, cuando eras sólo una niña te vislumbrabas en una oficina trabajando de no sé qué cosa, pero en un trabajo decente; cuando estabas en secundaria poco te importaba a lo que te dedicaras, sólo que como tu padre te paseaba por las colonias más ostentosas de la ciudad te imaginabas que lo tendrías todo algún día, una mansión de piedra, un Aston Martin, un Lamborghini, un Ferrari F430 y un inmenso etcétera; cuando te despreció tu primera ilusión de amor por ser pobre, te entró un ansia tremenda por tener una carrera distinguida, tener dinero, ser exitosa y, por qué no, ganar un premio Nobel. Aunque esto último lo quisiste siempre por ti, porque te encanta saberlo todo, estudiar y contribuir con algo a la humanidad.
Después le llegó la iluminación filosófica a tu vida, con su correspondiente carga de oscuridad. Te diste cuenta que las cosas materiales no valen el esfuerzo de una vida; que es éticamente (científicamente, racionalmente, personalmente) incongruente la existencia de Dios; que los misterios de la vida y la existencia te entusiasmaban de manera tal que incluso consideraste la idea de la inmortalidad de un ser humano y el estudio de todas las disciplinas para asequir la Verdad de la Realidad; que las demás personas (en su mayoría) viven satisfaciendo sus necesidades inmediatas y sociales o sólo sobreviviendo sin pensar jamás cuál es el sentido de este desmadre o si efectivamente no tiene sentido; que las demás personas son tan distintas a ti que difícilmente puedes socializar lo cual empeora tu soledad y tu percepción de tu soledad que no es lo mismo. Porque las personas pueden estar contigo físicamente y circunstancialmente, pero si no hay esa conexión extra es como si no estuvieran, como sucede con tu familia, algunos de tus amigos y algunas personas que amas. 
Eres introspectiva, a veces hiperracional, pero sumamente sentimental y esto te quiebra... Pues como ya he repasado en este inmenso escrito hay muchas situaciones en tu vida que te han roto, y cuando crees que ya se pegaron los pedacitos, alguna cosa de adultos sucede y te vuelve a quebrar una y otra vez hasta que ya no puedes más y lloras dramáticamente. Te rindes, no tienes el valor, sin embargo, de rendirte para siempre y matarte, así que como último recurso acudes al psiquiatra con todo vestigio de tu esperanza, lo pones todo sobre la mesa, le mostrarás este martes que ya no queda de otra, te recuperas o ya valió madre el Universo. 
Quieres poder estar sola y hacer una vida como todos, incluso tu amor por los otros quiere dejarles algo que te hubiera gustado recibir de ellos. Primero es lo primero. 

miércoles, 22 de octubre de 2014

El día feliz

Me gustaría dejar de impacientar por tu culpa.

Sería bueno, supongo, volver del ensueño  al que me llevas a fuerza de tu sutil encanto.

Pensándolo bien, es poco sutil, es extremo y exagerado pues desborda mis emociones.

Y me hace odiarte y luego odiarme.

Te odio con tanta intensidad por no tener siquiera el gusto de quejarme a mis anchas.

Podría detenerte un día planeando acusarte, reclamarte, obligarte a que me des un segundo…

Segundo en el cual te diré que ¡qué lindo día, el clima es agradable, este libro está bueno…!

Y me seguiré odiando, más a mí.

Te irás radiante, llevándote el triunfo de conquistar el corazón más rejego que conozco.

Pero omites eso, lo sabes y le hace bien al tuyo -¡a tu corazón!- aunque lo niegues por prudencia.

Se pone de revés el planeta y ahora te odio a ti tan intensamente como te quiero.

Ódiame tantantito me dijiste alguna vez, te seguí fiel.

Entonces me canso y mando todo a la mierda por el bien del Universo y la paz mundial.

Existo, respiro, veo Bob Esponja y me rio como idiota por horas, la vida es buena.

Luego tomo uno de tantos libros y veo tu sombra en todas las líneas y/o versos. Muero.

Fue sólo un instante, la vida aún es buena, es decir, soy genial y esas cosas…

Camino por ahí sonriéndole a lo bizarro.

No hay un día distinto a otro en realidad, no existen los días en realidad, no existe el tiempo.

No sé qué ha pasado.

No sé cuándo me reseteé.

Sólo me doy cuenta hasta que te veo otra vez.

Y otra vez.

Y otra vez. 

domingo, 12 de octubre de 2014

La ves y la deseas de una manera que dista mucho de ser física.

¿Qué te hizo? ¡Quién la hizo!

sábado, 27 de septiembre de 2014

10 libros

Esto es un intento de contagiar mi locura más que una respuesta a la gente que me retó a decir mis diez libros favoritos. ¿A qué loco no le apasiona hablar de su locura? ¿A qué lector asiduo no le entusiasma explayarse sobre su pasión literaria? Aclarado lo anterior proseguiré a mostrar los diez libros que más me han influido últimamente, no sólo en mi modesta manera de narrar sino en mi vida como actor y espectador. Eso es lo que le da el toque mágico.

1.- El retrato de Dorian Gray - Oscar Wilde
La historia más sensacional que he tenido la fortuna de leer... La manera de narrar de Oscar Wilde ya ha sido reverenciada previamente en este blog, su forma sutil de decir cosas de la manera más cínica y hermosa posible, las incontables referencias literarias que se sacan de sus obras y demás. Sin embargo, lo que me conquista de éste libro es cómo plantea la idea de la corrupción del alma en un ser hedonista y hermoso, sentir cómo se pierde, vivir sus lujos. Inefable.

2.- El ruiseñor y la rosa - Oscar Wilde
Con sólo una oración se comprenderá la magnitud de mi amor por este cuento: me haré un tatuaje que lo represente. Supongo que siempre he sido una persona romántica como de libro -eso espero jaja- y en esta obra se habla del amor perfecto, como debiera ser, combinado con un romántico y trágico desenlace. Es hermoso.

3.- El amor en los tiempos del cólera - Gabriel García Márquez
Por años fue mi libro favorito, lo he leído como unas 10 veces literalmente y siempre me enamora otra vez. De nuevo recurro al argumento infalible de la espectacular manera de narrar que tiene García Márquez.

4.- El corazón delator - Edgar Allan Poe
Es algo cómico que el protagonista no tenía nada contra el viejo, salvo su ojo de buitre, claro está. El encanto de las obras de Allan Poe reside en su descripción detallada de los escenarios, así como las sensaciones somáticas de sus personajes, como el corazón delator que frecuentemente nos delata, más con pulsioxímetro en mano...

5.- 1984 - George Orwell
Éste libro me transportó a un futuro distópico en el que todo resulta ser una sorpresa desesperanzadora, pues al final prefiero no existir.

6.- La rebelión en la granja - George Orwell
El 04 de octubre es el aniversario de La Batalla del Establo de las Vacas, aunque también es mi cumpleaños. Hace tiempo he pensado que el socialismo es una idea platónica, pues siempre habrá un Napoleón -algo que considero parte de la naturaleza humana-. Pero para mí lo más emocionante es la imagen al final del libro, cuando los cerdos se reúnen con los humanos y entonces los animales de la granja se dan cuenta que... Deberían leerlo.

7.- Un mundo feliz - Aldous Huxley
Me encantan los futuros distópicos, la idea del soma es genial, al igual que la división en clases sociales según tu material genético. Yo quiero ser alfa haha, quién no. Particularmente me gusta de esta obra su consideración de la biotecnología, la ciencia ficción que involucra el futuro del humano desde un punto de vista biológico es mi favorita.

8.- El extranjero - Albert Camus
El existencialismo es seductor. Adoro el episodio donde el personaje principal (condenado a muerte) discute con el cura y después de tanta insistencia por parte de este último, explota diciéndole que todos sus razonamientos no valen más que el cabello de una mujer. Y nada vale más que nada.

9.- Cuentos completos - Isaac Asimov
Les reitero, me encanta la ciencia ficción, sobre todo la que habla del espacio y la biología del futuro. Los cuentos de Isaac Asimov son fuente frecuente de mis pesadillas, cosa curiosa que disfruto bastante, porque es como si de pronto mi vida dejara de ser trivial y me encontrara en otro universo, teniendo algo más que esta burbuja donde mis congéneres me subyugan.
Los cuentos que más me han impactado son: La última pregunta, Todos los males y Anochecer.

10.-El coleccionista - John Fowles
Un tipo mediocre, sin un ápice de sensibilidad, pero con ideas psicópatas bastante creativas está obsesionado con un Ser digno de ser amado por cada lector: Miranda. La descripción de la mujer ideal, al menos para mí jaja.


De alguna manera es una selección arbitraria, me gustaría haber puesto muchos más, pero con esto al menos se me quita la tentación de hablar de lo que me apasiona.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Febril

Nunca te esperas una noche febril donde la impaciencia se hace dueña de ti. Todo te lo roba, no existe mañana e incluso el ahora lo quieres evitar a toda costa, consumirte en una llama, disolverte al borde de un vaso de cristal como dice la más grandiosa canción de Los Bunkers.
Ya es costumbre eso de sentir extrasístoles ventriculares y de escuchar tu corazón desenfrenado golpeándote la oreja... Piensas que quizá dormir te proporcionará alivio, quizá así fue alguna vez, hasta que también tus sueños te traicionaron y ahora te encuentras en un circulo vicioso de noches plagadas de pesadillas de lo más absurdo que pudiera suceder. Ya has decidido inducírtelas de tal forma que al menos tengan un sentido o transcurran en escenarios espectaculares con personajes dignos de ciencia ficción, naves espaciales, las estrellas y las galaxias dotadas del esplendor onírico que sobrepasa cualquier visión real de las mismas, al menos hasta hoy. 
La noche ya no es un escudo, ya no te acoge en tu soledad y te consuela con la aparente pasividad de los otros individuos, esos que te obligan a despertar porque han fijado un horario racionalmente alienador. Y tienes que luchar contra tu poderosa conformación física y bioquímica, la maravilla de existir trae consigo su proporción de desdicha, pero seguirás escribiendo hasta que sientas que es mínimo el resquicio de quejas que alberga tu sistema nervioso central o la compleja y específica parte que procesa tu corriente de ideas.
Finalmente tratarán de seducirte las posibilidades de un mañana eterno, y siendo más específicos, la posibilidad de vivir otras mil vidas con el simple hecho de recurrir a una novela, un cuento, la poesía o cualquier cosa digna de leerse. Y ya te cansaste, y ya compraste de nuevo la idea de que nada tiene sentido, pero no importa más, porque jamás detendrás el curso de este circo.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Ponle nombre (¡Por favor!)

A veces sólo sientes el aglomerado de emociones y quieres ponerles nombre. Quieres identificarlas, pero sobre todo, quieres que alguien ponga las palabras exactas en tu cabeza para decir: "¡es eso! Eso es exactamente lo que siento". Como en los sonetos de Sor Juana, los poemas de Neruda o las descripciones detalladas del amor contrariado de Florentino Ariza.
Buscas en cada línea de las elocuentes y hermosas obras de Oscar Wilde algo que se parece a lo que te consume el corazón como una llama... Aunque sea una combinación de palabras un tanto desconsoladora como que eres la perdición de mi vida, o que vi tu vanidad como la flor que te adorna, qué se yo.
Ansías encontrar en la obra de Benedetti algo que te hable de ella, que te explique lo que jamás podrás ver en primera fila, esa chispa de energía vital en la que no participarás, esa reacción ante determinada situación que es improbable que te involucre. Imaginas su proceso mental y su frecuencia cardíaca cuando pasó por esa línea, pero no es suficiente, tú lo quieres todo en 11D, tú la quieres a ella aquí, ahora, y de ser preciso siempre, como el amor perfecto que sólo se ha visto en la literatura.
Y te das cuenta por fin de que la ves en cada letra, en cada verso, en cada personaje digno de admiración; que lo más familiar a la idea que tienes sobre su persona es la palabra sublime, pues así te viene a la cabeza con mayor facilidad que si te preguntaran por ella; que ninguna canción le hace justicia y que esto que estás escribiendo en realidad te desborda...
Ponle nombre pues a todo esto, uno que no sea amor y que no esté sobreutilizado por las masas de amantes por temporada. Uno que no hiera su sensibilidad y que a la vez le haga entender que en alguna de tus abstracciones de lo real existe un punto donde solo caben dos y son precisamente tú y ella.

sábado, 5 de julio de 2014

Estancado en un verso

Estancado en un verso, sin aliento,
me subyuga tu constante recuerdo,
las palabras contrastan sentimiento,
nunca he sentido tanto desacuerdo.


Me embriaga mi sutil enajenamiento,
nada por decir es en verdad cuerdo,
pero es un delicioso sufrimiento
el querer atraparte mientras me pierdo.


Ésta palabra parece escueta,
ésta métrica reprime mi pasión;
el amor así desborda esta careta,


y rompe todo con desesperación.
Figurarte entre palabras me inquieta,
pero es el éxtasis de la imaginación.

Cual historia de ficción

Tan encantadora cual Miranda,
inasequible como Fermina Daza,
a madame Bovary no le alcanza
su mejor recurso a ti comparada.


Terrible cataclismo es tu mirada,
yo la presa sensible a la que caza,
y haces de mi vida ficción que danza
en una historia donde no pasa nada.


Pero eres arte digno de escribir
aunque te acabes la tinta de la historia
y un horrible drama hayas de concebir.


Cuidaré de no arraigarte en la memoria,
como el príncipe feliz quiero vivir,
aspirando al noble fin de esta historia.

lunes, 30 de junio de 2014

Sabes, pero ella no.

Sabes que ella es la razón de que estés aquí, tirada con la ropa más decente que tienes, bebiendo el mejor alcohol que has probado, en un atardecer que parece de película de ciencia ficción. Pero sabes que estás en el techo de tu casa con el alma agazapada, dopándote con canciones que has repetido una y otra vez desde que la quieres como idiota.

¿Acaso puede culparte de ser encantadora y que, por lo mismo, no puedas eludir sus encantos? Y, sin embargo, lo hace. No sabe, no conoce una forma sutil de decírtelo, que detesta que la veas de esta manera.
Te mueres por hablarle, quisieras demostrarle que no eres el ser mediocre que imagina, que se ha equivocado contigo. Quisieras que se quitara la venda de los ojos y te viera como tú te supones, pero la realidad últimamente ha sido bastante bizarra. Ni tú sabes quién eres, no sabes nada en realidad mas que cada fibra de tu ser se alborota con su simple alusión.

A eso te referías en el momento en que dijiste que eres demasiado sensible, aunque después le agregaras -para su tranquilidad- que debía creerte sólo la mitad. Pensaste que le aliviaría la existencia, la impresión.
Tienes que olvidarla, aún cuando tu alma se resiste, porque no todo lo hermoso merece cada esfuerzo en tu vida, y aunque siempre has creído que nada tiene sentido, se te olvida con frecuencia por ella...

frazvire

lunes, 23 de junio de 2014

Alguna vez

Tu silencio no me abruma y tú no me causas dolor,
sólo revives mi corazón por el hecho simple de que puedes.
A veces pienso que me desprecias y me tienes en el peor de los conceptos
hasta el momento en el que sublimo tu percepción de ti misma.
Me halaga al menos tener ese poder.
Te espero sin esperanza ni impaciencia cada día,
espero que seas valiente alguna vez y me observes como soy,
sin exageración,
separando el montón de partículas que revolotean mi superficie.
Pero sé que eso es exactamente lo que no deseas hacer,
quiero ver a Giordano y me encuentro a Galileo.
Tu manera de tratarme frecuentemente contrasta con la de mirarme,
aunque poco importan las cosas más hermosas concebibles
si la pragmaticidad es el tirano de la sensibilidad,
si una idea terriblemente bella palidece ante una acción burda,
si yo soy la cuerda floja sobre la que pocos se atreven a caminar.
Y sin embargo esto no me ha de parar,
si existen seres como tú, probablemente yo sea la antítesis.
Y que mi ensimismado corazón no perturbe tu plácida existencia,
pues los seres como yo son escritos sólo para que algún día los leas.

viernes, 13 de junio de 2014

Ni siquiera un poema

Ella no sabe la revolución de sentimientos que causó,
una que te saca de quicio y te sublima en malos ratos,
una que utilizas a veces y que otras te secuestra cada pensamiento,
una que disfrutas cada momento después de asesinar toda esperanza.

Sabe que la vez como la hermosa rosa del Edén que jamás pisarás,
que su mera existencia es parte de la tuya en alguna intrincada intersección.
Ojalá se dé cuenta que bajo la mirada apropiada muestra su esplendor,
pues es verdad que en el amor es vital la percepción.

Y tú la miras restringiéndote a calidad de espectador,
con el inmenso miedo de mover un hilo que redirija su ojos y te desarme,
porque al final del día no tienes nada qué decir que ella no refute,
quizá es el encanto de su auténtica modestia...

A veces quisieras jamás haberle descubierto el rincón del alma donde se aloja,
para multiplicar lo sublime que podría haber sido mostrarle su encanto,
sin un resquicio de duda, sin alusión al bienestar que te propicia,
y sin pensar que quizá mañana prefiera no saber de ti.

Heme aquí, confrontando estoicamente mi desenfreno,
pretendiendo que mañana se aparezca como visión ultraterrena,
que su voz difumine lo absurdo y todo vestigio de  raciocinio,
que su presencia le dé sentido a tu punto en el espacio y tu razón de estar ahí.

Y lo hace, y la adoras cuando te mira y cuando sonríe,
te preguntas cada que tienes conciencia, ¿significa algo para ella?
Porque para ti es una descarga de endorfinas, y te aterra,
te sales de ti, o te sumerges dentro de tu abismo.

Eres impotente, ya te lo has repetido mil veces,
quieres que sea feliz aunque sabes que necesitas verla diario,
quisieras tener impacto, más que el de éstas tristes palabras,
quisieras que una vorágine se la llevara...

miércoles, 4 de junio de 2014

Existir

He leído bastante últimamente, estudio medicina, pero me gusta sentir que no sólo existo como médico, sino que soy una persona, un ser complejo, alguien que constantemente busca la trascendencia aunque al final no haya llegado a nada más que admitir que, fuera de todo el orden al que estamos sometidos día a día, existen cosas espléndidas cuyos misterios son fisuras que invitan a replantearnos nuestra visión como especie.

Mis libros favoritos son los que plasman la esencia del autor -su percepción de la vida, su filosofía- de una manera más que decente, estética. Razón por la cual he reconocido mi idolatría por Oscar Wilde. Después de leer varias de sus obras me sacrifiqué y leí el prólogo, mencionaba cosas interesantes que apenas había vislumbrado en su momento, decía que Oscar Wilde era un esteta, existencialista, homosexual y no recuerdo cuántas cosas más... ya perdí mi punto, lo importante es que de cierta forma me tranquiliza cada que lo leo, me encanta su cinismo y su preciosa manera de expresarse.

Ahora pienso que jamás me había sucedido algo semejante, es decir, leer un libro y sentirme seducida con palabras... Una vez me identifiqué demasiado con un personaje, era lo más extraordinario que me había pasado, de hecho fue con Florentino Ariza, ¡y hasta para expresar eso, Oscar Wilde tiene una cita! Es esta:

"Existen antepasados en la literatura, como en nuestro propio linaje, más cercanos quizá en tipo y temperamento, que muchos de los que nos rodean; y ciertamente con una influencia de la cual somos conscientes." (El retrato de Dorian Gray, p.116)

En fin, seguiré leyendo incansablemente, quizá suceda de nuevo mi enamoramiento literario pero me permitiré dudarlo.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Somático

Hay veces en las que un ser humano necesita ser sacado de su realidad tajantemente porque ha sido envenenado y agoniza lentamente, su cuerpo se resiste, utiliza todas las armas de que dispone, a veces trata de racionalizar su situación emocional, cotejarla con su situación social y familiar, con su futuro -si es que se puede hablar de futuro como algo más que un mero concepto- y con sus ideales trascendentes.

Sin embargo, el raciocinio difícilmente cura las sensaciones somáticas o viscerales, por otro lado, Oscar Wilde habla de curar el alma a través de los sentidos y los sentidos por medio del alma, es una idea interesante, que sólo puede confirmarse empíricamente y eludiendo el complejo proceso de pensar y pensar en el dolor.

La cuestión sigue ahí... ¿Cómo curas un ser agonizante? ¿Cómo lo sacas de su realidad para que deje de pensar, atormentarse y sufrir? ¿Cómo le quitas el peso agobiante de una vida mecánica, con seres semejantes mecánicos? ¿Le propones curarlo sin perturbar su situación de engrane social, o le propones una vida mística, o con una doctrina trascendente o existencialista-hedonista?

De todo eso depende la vida, porque sentirse apuñalado mientras caminas disimulando es el trabajo más grande para un temperamento sensible, es terriblemente seductora la idea de no existir, o de no sentir, o de que de pronto sientas una especie de amor avasallador por cualquier cosa. En fin, sentir un impulso que dé vida o una tranquilidad tal que permita ser indiferente a ella.

sábado, 26 de abril de 2014

Dinámica

Todo es bastante insípido. Las situaciones y personas despiertan emociones efímeras, pero en el fondo todo está muerto. El ser vivo no es mas que un género de lo muerto, y un género muy raro, dice Nietzsche.

El humano siempre piensa que es una cosa trascendente porque es el único ser consciente de su existencia, al menos hasta ahora. Se niegan a aceptar la idea de que una vez que hayan cesado sus funciones vitales ya no será nadie, no importará jamás, no existirá por más beata que haya sido su vida. Yo no creo eso, yo no sé qué creo, pero no me molesta la idea de que un día no exista más y millones de años después sea petróleo o alguna otra cosa, mis átomos de carbono tienen que ser reciclados.

Pero entonces ¿por qué tanto drama con la vida? Hace tiempo pensé que todo era cuestión de placer y displacer. Uno va por la vida evitando el dolor y ganando satisfacciones de todo lo que se pueda, creo que eso se llama existencialismo. Eso es lo que guía mi vida. Irónicamente busco la trascendencia dentro de mi temporalidad, hasta que me topo la barrera insuperable de la sociedad y sus múltiples tentáculos... A pesar de la temporalidad de la vida, sé que ésta trasciende si te sales de la esfera de lo necesario, de lo humano, uno tiene que derrocar a su especie, aplastar su Yo terreno para que nazca algo por lo cual quizá sea justo negarse a dejar de existir una vez muerto.