"Alegría y tristeza es lo mismo para mí que no me interesa sentir".
Hay un abismo en cada persona, podemos ver la superficie gracias a la generosidad que nos demuestran tratando de definirse en el medio, pero son apariencias, es una pantalla, y la pantalla muchas veces enmascara monstruos, ahora me doy cuenta de que la peor característica de un monstruo social es su irracionalidad, pero no es así en todos los casos.
Yo deseo que al menos los criminales tengan cerebro, que hagan las cosas con fundamento, es como lo que siempre he deseado de las personas en general: congruencia. Sin embargo, creo que el mundo está lleno de animales humanos no evolucionados y evolucionados en menor medida. A veces somos unas bestias montaraces y no lo disimulamos, más aún, nos comportamos como si eso fuera lo más natural del mundo, justificamos la agresión. Nadie se escandaliza al saber que un individuo golpeó a otro cuando hay una razón, un incentivo que lo llevó a actual de tal forma. Es como si hubiera vestigios de nuestro salvajismo primitivo, todos lo defienden y creo que más de uno quiere involucionar con la esperanza de encontrar plenitud en los instintos, sacándolos, por supuesto.
Y todo suena asqueroso viéndolo desde esa perspectiva, incluso mis instintos asesinos me asquean al pensar en lo retrógrada que soy... He alabado demasiado al cuerpo dándole el gusto de inducir ciertas reacciones fisiológicas como en el sexo, la agresión, la secreción de hormonas con efectos sistémicos, entre otras. ¿Dónde queda mi mente? Dónde lo espiritual, lo humanitario y tantas cosas que quizá jamás entienda de dónde salen, cómo se conectan esas cosas que parecen tan sublimes comparadas con lo corrupto que puede ser el cuerpo... Si es verdad que soy algo más que mi cuerpo, ¿por qué demonios enfoco todo mi intelecto, tiempo y ánimo en descifrar los misterios del cuerpo? También en darle gusto, claro está. Quizá debería de hacer como dicen algunos "alimentar el espíritu".
La vida siempre me ha parecido una burla, una bola de elementos caóticos en orden, algo que no se puede aprehender jamás porque hay un abismo en cada cosa que existe, una infinitud de elementos que se necesitan saber para describir a un elemento del sinfín de elementos que existen. Y me refiero a todo, tanto cosas materiales, humanas, ideales, espirituales, fantasías, suposiciones de realidad, etcétera. No creo que haya una sola cosa que se sepa a ciencia cierta, así de drástico.
Sin embargo, ¿qué le hacemos a todo esto? Los más entusiastas dedican hasta la última pizca de voluntad para buscarle una explicación a este desmadre de realidad, para encontrar un orden en el desorden... Los demás se conforman con una pantalla, no profundizan en las cosas, se quedan con la superficie para no perderse, para no caerse, "porque cuando mi madre me trajo al mundo, no me avisó que me aventaba al precipicio, al abismo, a un sitio que nadie conoce y nadie quiere conocer, todo sea por sentirse con los pies sobre la Tierra, algo firme".
La realidad vendría siendo un abismo, me lo imagino como un precipicio inmenso donde distintas personas ponen placas a distintos niveles, placas donde viven, placas donde se sostienen. A diferente nivel porque hay algunos que sólo necesitan saber que hoy es lunes y toca ir al trabajo, mientras otros hacen una religión o la siguen, otros filosofan, otros se dedican a la ciencia. Todo a distintos niveles, aunque no sé cuál es el que ha llegado más abajo, cuál es el más cercano al fondo del precipicio, a la verdad.
O puede ser que todos estemos en la misma placa en el momento en que aceptamos como cierta la aseveración de que somos humanos y vivimos en el planeta Tierra, tenemos un SNC y de alguna manera, en mayor o menor medida vivimos en sociedad.
Quizá las cosas no son como parecen, es decir, quizá nos engaña el cuerpo, el intelecto y nuestra capacidad aprehensiva. Quizá tengamos vista de 180° en una sola dirección cuando necesitamos la de 360° o voltear a todos lados para poder utilizar nuestro limitado campo visual. Quizá seamos daltónicos... Quizá nuestro SNC sea un fraude y no pueda con la carga de descubrir la verdad de la cual hemos sido vedados.
En todo caso cada quién le encuentra el sentido que quiera a su vida, cada quién decide creer en cierta cosa, cada quién ve lo que quiere ver de lo que puede ver. Ese es el trabajo diario de mis homólogos en el planeta. Teniendo la mínima noción de lo que se es y donde se está, con quien se está y esas cosas, uno puede actuar de la manera que más le convenga para sobrevivir en las mejores condiciones o morir.
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Lo importante es encontrar esa verdad, que nos de un centro, una noción de nosotros mismos (baga, pero noción al fin y al cabo... nos orienta en el camino). Somos complejos, pero en realidad somos muy sencillos. Solo que algunas personas tenemos la manía de ver todo objetivamente, en un mundo subjetivo. Estamos en Maya, el mundo de la ilusión, y lamentablemente no podremos encontrar respuestas que no sean ilusorias. Pero lo que somos en esencia es más fuerte y siempre acaba saliendo a la luz, diciendonos las verdades que necesitamos escuchar. Adoré este post :D
ResponderEliminarTe dejo un super bezoo!! <3