martes, 24 de noviembre de 2015

Anécdota estúpida y desconcertante #5

Incómoda analogía

Pocas cosas emocionan mi alma al conversar, ¡pero esta vez preguntaron por ti! Y me desbordé en palabras.

Dije entonces gracias a mi traicionero inconsciente:

–¡Soy como su mano derecha!

Justo cuando un triste manco me bordeaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario