Larga vida a la Dama de mi corazón,
es más fuerte que todo, es como un ciclón devastador.
Nada la detiene, ni casillas blancas ni negras,
arrasa con todo a su paso, dejando un reguero de azucenas.
Ni porque soy el Rey tengo más poder,
sin ella juro que ni las Torres me pueden sostener.
Ella me necesita para que en el juego pueda proceder,
yo la necesito para poderme defender.
Es despiadada, no deja de hacer jaques,
creo que sólo espera el día en poderme hacer mate.
Un momento… ella es de mi bando,
me quiere y me cuida aunque parezca lo contario.
Devora caballos, peones y alfiles,
lo hace sin titubeo, después de mi Reina no hay mejores.
Muchos de mis peones anhelan igualar su grandeza,
quieren que caiga el árbol, para luego hacerla leña.
Su forma, su color, su astucia y su poder me dominan,
soy un Rey siervo de sus pasiones, esclavo de por vida.
Por eso hoy pido el enroque,
Por eso hoy pido el enroque,
un chachito del tablero que como cobarde me esconde.
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