Hoy soñé con la mujer perfecta,
respiraba su perfume, agitaba su corazón,
mientras ella se negaba a aceptarme por pretensión…
Claro, la vida es bella entre tanta mierda.
Y ya no sé qué digo entre tanta incoherencia,
paseo, sueño y vivo pensando en ella.
Deambulo por las calles buscando respuestas,
haré como Siddhartha y mandaré todo a la mierda.
Soy un músico al que su guitarra abandonó,
ya no me importa porque mi silbido quedó.
Voy como un mendigo tirándole a asceta,
y una vez más no puedo porque estoy llena de mierda.
El Sol me acaricia mejor aún que mi amada,
mi amada vida, porque de amada no tengo nada.
La música me consuela, la literatura me envenena,
me envenena de endorfinas que contrarrestan la mierda.
Fijé mi vista en árbol, como él estoy firmemente atada,
me podaré y luego me talaré,
haré una fogata de mi propia leña,
quemaré las bostas de mi palacio de mierda.
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