jueves, 7 de julio de 2011

Mariposa


Buenos días hermosa mariposa,
podría acostumbrarme a decírtelo cada día de mi vida,
podría olvidarme de que el pasado nos conoce bien,
pero no puedo olvidarme de lo que más deseo hacer.

Adoro tu libertad y tu congruencia, tu autenticidad y tu paciencia,
tu noble corazón llama al mío incesantemente,
como si existiera telepatía del corazón,
como la dulce canción que a diario inunda mis sentidos.

Eres una rosa fresca y yo un florero roto,
tú le cantas al amor y yo le canto a tus ganas de amar,
tú le cantas a la vida y yo te aplaudo sin parar,
eres un polo extrañamente positivo y yo definitivamente el negativo.

Vivo entre sombras y me niego a sentir que eres real,
mi cobardía es un escudo protector y la prueba de que no te merezco,
el tiempo jamás calla, escucha con atención,
susurra cosas que no puedo entender…

Que nadie toque tus alas hermosa mariposa,
yo quiero estar para cuidar de ellas como puedo hacerlo hoy,
quiero mostrártelas por si no sabías que las tenías.
Y si lo sabes ámalas como las amo yo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario